Montañismo, breve historia
En un estado primitivo, subir montañas por el hecho de lograr coronar una cima, no existía. El instinto de supervivencia veía aquello como un riesgo a la integridad de cada organismo en particular. Es decir, escalar no tenía ningún beneficio o ventaja y por ello era mejor evitarlo.
Sin embargo, la especie humana evolucionó con una rapidez asombrosa debido a su habilidad de socialización, lo cual trajo consigo la invención del lenguaje. Y es aquí en donde las primeras culturas y comunidades comienzan a emerger.
La escalada de montañas como deporte seguía siendo impensable. Solamente se ascendía a ciertas alturas por motivos rituales, para la construcción de altares y con el fin de hacer observaciones meteorológicas y de terreno. Incluso, como ocurría en algunas culturas prehispánicas, la montaña y su altura estaban relacionadas con la divinidad de los dioses. Por dicha razón, la acción de subir estaba prohibida para seres mortales. La altitud era de las deidades, no de los humanos.
¿Aparece un nuevo deporte?
Como suele suceder, los años transcurrieron con rapidez. La montaña dejó de ser una deidad para convertirse en un simple adorno del terreno asociado con negatividad y peligro o, en algunos casos, perduró como fuente de comida y refugio para culturas que vivían cerca de ellas. Entonces, ¿en qué momento nos vimos atraídos a subir montañas por ocio y placer?
A finales del siglo XVIII, apareció en Alemania un movimiento ideológico denominado como "Romanticismo". Lo que querían era ir en contra de la fría y cortante racionalidad que había dejado atrás el movimiento de la "Ilustración". Para ellos, la naturaleza humana era pasional e irracional.
La "razón" solo quería transformar al ser humano, y a la naturaleza, en algo artificial y antinatural. Entonces, los románticos, defendían un regreso a nuestro origen caótico. Muchos de esos pensadores empezaron a subir montañas para desafiar su comodidad y reconectar con lo natural. Sin realmente saberlo, dieron los primeros pasos de la joven disciplina del montañismo.
Montañismo, una actividad establecida
Las personas comenzaron a desear conquistar cimas por la gloria que les esperaba detrás de dicha hazaña. De forma similar, la montaña despertó la curiosidad insaciable de los científicos.
Entre ellos se encontraba Horace Bénédict de Saussure, naturalista y geólogo suizo. El primer ascenso al Mont Blanc en 1760 se debió a una recompensa que el propio Horace ofreció en su momento al primero que coronara la cima. De esta manera, podría calcular su altura.
Después, ya con una ruta establecida, el propio Horace subió el Mont Blanc con el fin de confirmar personalmente la altura de dicha montaña. Y, con ese suceso, Horace se convirtió en el padre del montañismo como una actividad estructurada.
La época de oro del Alpinismo
A los años entre 1850 y 1880 se les conoce como la "época de oro" de los aventureros alpinistas. Varios de los picos más altos ubicados en los Alpes fueron conquistados durante dichas décadas.
Dado que el deporte del alpinismo ya gozaba de una enorme popularidad, empezaron a aparecer los clubes alpinos, los cuales facilitaban la difícil logística para llegar a cada destino. Ellos fueron los responsables de la construcción de refugios, la novedosa instrucción de guías y la importante evolución tecnológica en términos de equipo. Esto con el fin de proveer al aventurero con una mayor seguridad dentro de lo desconocido.
Desde el inicio, la adrenalina y la incertidumbre fueron importantes factores a considerar, puesto que muchos exploradores perecieron y han perecido en sus expediciones.
El montañismo contemporáneo
En el presente, la tradición montañista se mantiene más viva que nunca. El amor y deseo por ascender a la cima es una filosofía de vida que va completamente ligada con el cuidado de la naturaleza.
Legendarios montañistas han demostrado la capacidad del humano para romper sus propios límites. En el mismo sentido, esa capacidad es la que también nos impulsa a salvar a la montaña de nosotros mismos. El llamado de la naturaleza es más fuerte que nunca, la aventura llama, aprendamos a escuchar.
Antes de subir
El montañismo, para muchos, es un arte. Como disciplina, se separa de diversos deportes en donde se compite por un objetivo específico. La montaña en sí misma ya es un reto. No se puede forzar ni tampoco se puede bajar la guardia en ningún momento. Una vez que se llega a la cima, resta todavía el camino de regreso.
Por ello, la resistencia física es el elemento a trabajar desde antes de considerar ir a la montaña. La técnica y la resistencia tienen que ir de la mano en todo momento.
Entonces, el entrenamiento físico previo no puede dejarse de lado, sin importar el objetivo o la dificultad. Después viene el dominio técnico.
Sin embargo, al final del día, fuera del entrenamiento, también existe la voluntad mental de querer experimentar la montaña y esto puede ser igual de definitivo que el acondicionamiento físico. Es un reto para el cual se tiene que estar preparado en mente y cuerpo.
Por lo tanto, los elementos a considerar son:
- Acondicionamiento físico
- Voluntad personal para subir
- Equipo básico
- Selección previa de la montaña a partir de nivel y dificultad (esto lo discutiremos más adelante).
Acondicionamiento físico y mental
El cuerpo humano tiene diversas ventajas en términos fisiológicos. Una de ellas tiene que ver con la adaptabilidad al estrés físico cuando éste es aplicado de manera consistente y progresiva. Cuando al cuerpo se le deja descansar a raíz del estrés impuesto, entra en un estado de regeneración, el cual incrementará la condición física del área trabajada al sobre-compensar dicha regeneración.
El efecto se obtiene a partir de la consistencia por los ejercicios específicos que se deben de realizar antes de intentar subir una montaña. Claro que no es necesario ser una atleta de élite para decidir hacer montañismo. Sin embargo, es importante tener en cuenta la dificultad física de la actividad y la utilidad que un entrenamiento previo puede tener contra la fatiga.
Los resultados se notarán de acuerdo a la intensidad progresiva de la rutina de ejercicio. En cualquier deporte, las áreas musculares a trabajar cambian de acuerdo al objetivo que se quiere cumplir. Un corredor entrena de manera muy distinta que un lanzador de jabalina.
Lo mismo ocurre con el montañismo. La rutina de ejercicios tiene que ser delimitada a ciertas áreas del cuerpo en conjunto a la elevación progresiva del nivel. De esta manera el desempeño, en términos de acondicionamiento físico, mejorará con el tiempo. Siempre hay que tener en cuenta la recuperación como parte fundamental de la rutina puesto que, sin ese elemento, no habrá ningún progreso notable.
*Para información más detallada, recomendamos ampliamente el libro “Training for the New Alpinism” de Steve House y Scott Johnston*
Rutina de ejercicio para montaña
Es recomendable tener un cronograma que pueda organizar el ejercicio de acuerdo al área del cuerpo que se va a trabajar durante una semana completa. También hay qu etener en cuenta que, la combinación de diversos ejercicios por día es parte del incremento de intensidad física.
Hay que recalcar que acudir a un especialista en desempeño físico y nutrición siempre será la mejor opción. Esto se debe a que la alimentación es sumamente importante a la hora de comenzar una rutina específica para practicar alta montaña.
La intensidad y aumento de dificultad depende de cada persona. Sin embargo, se recomienda subir la intensidad entre un 15% y 20% una vez que el cuerpo se acostumbre a la rutina de ejercicios. Esto sin dejar de lado los descansos acorde a cada persona con el fin de que se cumpla el efecto que discutimos anteriormente.
Un cronograma general de ejercicio se vería así (se pueden mezclar en un mismo día la fuerza y lo aeróbico):
Entrenamiento Aeróbico (mínimo 30 minutos por sesión)
- Bicicleta
- Correr
- Escalera
- Descenso en colina
Entrenamiento de fuerza
- Desplantes (3 series con 15 repeticiones)
- Sentadillas (3 series con 15 repeticiones)
- Lagartijas (3 series con 15 repeticiones)
1. Abdominales
Crunches
- Series: 3
- Repeticiones: 15-20
Plancha (Plank)
- Series: 3
- Duración: 45-60 segundos
Elevaciones de Piernas (Leg Raises)
- Series: 3
- Repeticiones: 12-15
Bicicleta (Bicycle Crunches)
- Series: 3
- Repeticiones: 15-20 por lado
2. Pesas (brazo y pierna)
Remo con Mancuerna (Dumbbell Rows)
- Series: 4
- Repeticiones: 10-12 por lado
- Cómo hacerlo: Colócate en una posición de cuadrupedia, apoyando una mano y una rodilla en una superficie estable (banco o silla) mientras la otra mano sostiene la mancuerna y realiza el movimiento de remo.
Sentadillas con Mancuernas (Dumbbell Squats)
- Series: 4
- Repeticiones: 12-15
- Cómo hacerlo: Sostén una mancuerna en cada mano a los lados del cuerpo o una sola mancuerna frente al pecho.
Press de Hombros con Mancuernas (Dumbbell Shoulder Press)
- Series: 3
- Repeticiones: 10-12
- Cómo hacerlo: Siéntate o párate con una mancuerna en cada mano y empuja hacia arriba sobre la cabeza.
Peso Muerto Rumano con Mancuernas (Romanian Deadlift with Dumbbells)
- Series: 4
- Repeticiones: 10-12
- Cómo hacerlo: Sostén una mancuerna en cada mano frente a los muslos, baja manteniendo la espalda recta y las rodillas ligeramente flexionadas hasta que las mancuernas estén a la altura de las espinillas, y luego vuelve a la posición inicial.
Curl de Bíceps con Mancuernas (Dumbbell Bicep Curls)
- Series: 3
- Repeticiones: 12-15
Extensiones de Tríceps sobre la Cabeza con Mancuerna (Dumbbell Overhead Tricep Extensions)
- Series: 3
- Repeticiones: 12-15
- Cómo hacerlo: Sostén una mancuerna con ambas manos por encima de la cabeza y baja detrás de la cabeza, luego extiende los brazos nuevamente.
Voluntad para subir
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche hablaba de la voluntad como una fuerza que nos transporta a un objetivo particular. Sin embargo, la voluntad tiene que ser una decisión personal. Uno mismo decide lo que quiere y si ese deseo es lo suficientemente fuerte, la voluntad para lograrlo será inquebrantable.
Lo mismo ocurre cuando se decide subir una montaña. No importa si es la primera o la décima vez, la voluntad siempre tiene que estar ahí. Proyecta tu victoria dentro de tu mente para que sirva de incentivo al subir.
Equipo de montaña
La vestimenta viene condicionada por la montaña que se vaya a ascender. La siguiente lista contiene la ropa y equipo básico que es necesario tener si es que se está empezando en la disciplina del montañismo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el equipo necesario puede variar mucho dependiendo de la montaña. Por lo mismo, siempre recomendamos ir acompañados de guías equipados, capacitados, certificados y que cuenten con la suficiente experiencia para realizar dicha actividad.
- Cabeza
- Lentes de sol con filtro UV (grado 4 y cubra laterales)
- Buff o bandana
- Gorra
- Parte superior
- Primera capa
- Playera térmica
- Segunda capa
- Camisa dry fit o micro fibra
- Tercera capa
- Chamarra polar/fleece o pluma de ganso
- Cuarta capa
- Chamarra rompe vientos e impermeable
- Primera capa
- Parte inferior
- Pantalón de trekking ligero
- Manos
- Guantes de frío (térmicos, lana o polartec)
- Pies
- Botas de montaña (que cubran tobillos)
- Calcetines largos de fibra sintética o polipropileno
- Otros
- Mochila de 20 lts (de preferencia que ajuste cintura y pecho)
- Termo para el agua 1 lt
- Bloqueador 50+
- Crema para labios
- Papel de baño o toallitas húmedas biodegradables
- Cambio de ropa y calzado
¿Por dónde empiezo?
Ningún ser humano nace corriendo. Primero se tiene que aprender a gatear para después caminar y, al final, lanzarse a correr. Sucede lo mismo con la montaña. Al inicio, para subir montañas, es necesario probar nuestro cuerpo y mente en una dificultad menor para poder ir subiendo la intensidad con el tiempo.
Recuerda, es en extremo importante siempre acudir con guías expertos certificados con el fin de evitar cualquier imprevisto.
Montañas mexicanas por nivel de dificultad
- Ajusco
- Altitud: 3,930 (metros sobre el nivel del mar)
- Dificultad: baja
- Nevado de Toluca
- Altitud: 4,680 (metros sobre el nivel del mar)
- Dificultad: baja
- La Malinche
- Altitud: 4,461 (metros sobre el nivel del mar)
- Dificultad: media/alta
- Iztaccíhuatl
- Altitud: 5,230 (metros sobre el nivel del mar)
- Dificultad: alta
- Pico de Orizaba
- Altitud: 5,636 (metros sobre el nivel del mar)
- Dificultad: alta
¿Cuál es la razón detrás de subir montañas?
Alexei Bolotov, uno de los grandes montañistas contemporáneos, murió en 2013 al intentar abrir una nueva ruta en el Everest. Su cuerda se rompió por la constante fricción con una roca muy afilada y cayó desde una altura de 300 metros.
Como muchos antes que él, murió bajo sus propios términos al hacer lo que más amaba en este universo. Existe una categoría de respeto distinta cuando algo así sucede. Sólo explorando es como uno puede encontrarse a sí mismo.
Bolotov decía que la montaña no tenía ningún significado propio. Solamente cuando un ser humano la experimenta, la vive y la camina, es cuando ésta adquiere sentido.
Bajo la misma línea, afirmó que el montañismo tampoco era un deporte con un objetivo competitivo. Nadie es mejor ni más rápido y tampoco es esa la razón por la que se suben montañas. La gloria no es importante, la acción y el deseo de ascender entre las piedras es lo que le da vida al atleta.
Entonces, el subir montañas, tiene que ver con una aspiración personal que se encuentra dentro de un amor incondicional por la naturaleza y el arte de la propia disciplina. No hay ganancias ni premios, solo existe el momento reflexivo de uno mismo al redescubrirse con la altura.